*Foto de portada vía ESPN
Rob Méndez fue galardonado con el Premio Jimmy V a la Perseverancia en los Premios ESPYS 2019 por su impresionante y ejemplar historia. Al nacer con el síndrome Tetra-Amelia, Rob vino al mundo sin brazos y sin piernas. Además de su movilidad, este síndrome le quitó muchas oportunidades, pero Rob decidió no enfocarse en lo que no tenía y dedicarse a lo que sí podía hacer; no podía jugar fútbol americano, pero ¿quién dijo que no podía ser entrenador?
Aprendió fútbol americano a través de un video juego
A pesar de que Rob nació con el síndrome Tetra-Amelia, un síndrome que se calcula que solo siete personas en el mundo lo tienen, sus padres siempre trataron de empujarlo a vivir su vida lo más normal posible.
Su hermana le enseño a jugar Play Station, colocándole el control debajo de la barbilla para que presionara los botones. Así fue como se enamoró del fútbol americano.
Pronto se dio cuenta que podía entrenar. Fue asistente del equipo de fútbol americano se su secundaria y permaneció en ese puesto durante 12 años, hasta que se convirtió en el coordinador de estrategias.
No fue fácil
Tras 14 años esperando por la oportunidad de ser entrenador, la Secundaria Prospect en Saratoga, California se la dio en el 2018. «No nos importa que nunca haya jugado fútbol americano, que nunca ha tocado una pelota. Sabemos que sabe entrenar y que conoce el juego y lo amamos… es nuestro entrenador», comentó el capitán del equipo Jason Rodríguez a ESPN.
Dos semanas antes de su primer juego, se calló de su silla y se lastimó la cabeza contra el concreto. Se quebró los huesos de las mejillas y otros de la cara. También le dio una concusión, pero al siguiente día ya estaba de regreso.
«Cuando lo ves en el campo, ves a un hombre que ha puesto su corazón en el equipo y está dispuesto a hacer cualquier cosa para asegurarse de que tengamos éxito», mencionó Jason Rodríguez a ESPN.
«Quién dice que no puedo»
Rob Méndez ha logrado superar los obstáculos con los que nació con una buena actitud y seguridad de que a pesar de los fracasos, logrará lo que se proponga. Su lema de vida es: «Quién dice que no puedo.»
Al recibir el Premio Jimmy V a la Perseverancia en los Premios ESPYS 2019el 10 de julio dio un importante mensaje: «Mírame y mira cuánta pasión he puesto como entrenador y hasta qué punto me ha llevado. Cuando te dedicas a algo y pones tu mente a diferentes posibilidades y te concentras en lo que puedes hacer, en lugar de lo que no puedes hacer, realmente puedes ir a lugares en este mundo».
Rob sigue luchando cada día por ser el mejor entrenador y entrega todo de sí por su pasión. Espera algún día poder llegar a entrenar en la NFL. «