Los centros de datos EDGE, también llamados centros de cómputo de cercanía o EDGE computing, no son nuevos, pues es una tecnología que existe desde hace varios años; sin embargo, la llegada del 5G hará que su popularidad aumente en el mundo corporativo y empresarial.
Un centro de cómputo EDGE, regularmente, es más pequeño que uno convencional, pero tiene la ventaja de que se coloca cerca del lugar (ciudad o localidad) donde se transmitirán los datos, lo cual reduce la latencia, que es el tiempo que tarda la información en ir y venir desde el origen al centro de datos, con el objetivo de evitar retrasos.
Este tipo de tecnología está cobrando mayor fuerza gracias al mundo hiperconectado actual, ya que todas las personas tienen celulares y otros dispositivos que están interactuando constantemente con la red; es decir, el Internet de las Cosas (Internet of Things -IoT-) ha provocado que los usuarios consuman gran cantidad de información.
Y esa es la principal razón de ser del EDGE computing: usar internet, ver películas por streaming, compartir documentos o hacer compras en línea, entre otras aplicaciones, sin tener problemas de lentitud o retrasos. “La proximidad con el usuario final es la clave de este tipo de centros de datos”, afirma Santiago Suinaga, Managing Director de KIO Data Centers.
Según predicciones de varias consultoras, los centros de datos EDGE aún no han despegado en su totalidad, pero lo harán cuando la tecnología 5G esté disponible en la mayoría de países de Latinoamérica. “Cuando hay más usuarios consumiendo y generando información, se requiere mayor velocidad en la transmisión de datos. Esto se logra con más cercanía entre los centros de cómputo. En general, hay una fuerte necesidad de distribuir los contenidos y acelerar las experiencias del usuario. Hay una fuerte necesidad de esquemas distribuidos”, agrega Suinaga.
Un ejemplo sobre los EDGE
Una mejor forma de entender las bondades del EDGE computing es con el uso de una plataforma de contenido de streaming. Si las imágenes demoran en cargar (y no siempre es culpa de la conexión a internet), es probable que se esté teniendo un desfase en la latencia. Esto se soluciona con un centro de datos ubicado en la localidad próxima a los usuarios.
Pero esto aplica a cualquier industria. Por ejemplo, los sectores minoristas pueden aprovechar la realidad aumentada para implementar aplicaciones novedosas en sus tiendas virtuales, con opción de “probarse la ropa” de manera digital o personalizar las compras en tiempo real.
Es importante analizar el modelo de negocio de la empresa y determinar hacia dónde evolucionará. Por ejemplo, actualmente se disparó la telemedicina. Si una corporación requiere que sus profesionales en salud hagan constante intercambio de información con sus pacientes, algo tan sencillo como la proximidad con un centro de datos marcará la diferencia para prestar un mejor servicio.
Además, es necesario recordar que la pandemia también aceleró el crecimiento de la educación virtual, pues las instituciones públicas y privadas empezaron a implementar más herramientas en la nube, así como plataformas colaborativas. “En este sector, el EDGE computing también será un gran aliado”, concluye el Managing Director de KIO Data Centers.