El año pasado, los científicos reportaron que se había formado el agujero de ozono más grande que jamás se había registrado en el Ártico y en abril informaron que se cerró. Probablemente, muchas personas creen impulsivamente que fue gracias a las medidas de contención contra el coronavirus, COVID-19, pero esta no fue la razón.
A pesar de que la pandemia por el coronavirus ha reducido significativamente la polución, los investigadores del agujero de ozono en el Copernicus Atmospheric Monotoring Service (CAMS) reportaron otra causa inesperada.
«En realidad, el COVID-19 y los bloqueos asociados probablemente no tuvieron nada que ver con esto», publicó CAMS en Twitter. «Fue impulsado por un vórtice polar inusualmente fuerte y de larga vida, y no está relacionado con los cambios en la calidad del aire».
Un vórtice polar es un gran área de baja presión y aire frío que rodea los polos de la Tierra. Siempre existe cerca de las zonas polares pero se debilita en el verano y se intensifica en el invierno, indica National Weather Service.
«En 2020, el vórtice fue excepcionalmente fuerte y de larga vida. Además, las temperaturas en la estratosfera ártica fueron lo suficientemente bajas durante varios meses a principios de 2020 para permitir la formación de PSC, lo que resultó en grandes pérdidas de ozono sobre el Ártico», informó CAMS.
The unprecedented 2020 northern hemisphere #OzoneHole has come to an end. The #PolarVortex split, allowing #ozone-rich air into the Arctic, closely matching last week’s forecast from the #CopernicusAtmosphere Monitoring Service.
— Copernicus ECMWF (@CopernicusECMWF) April 23, 2020
More on the NH Ozone hole➡️https://t.co/Nf6AfjaYRi pic.twitter.com/qVPu70ycn4
A pesar de que es bueno que la capa de ozono permanezca sin agujeros, Paul Newman, científico y jefe de Ciencias de la Tierra en el Centro de Vuelo Espacial Goddard de la NASA en Greenbelt, Maryland, expresó su preocupación en un comunicado de prensa:
«El ozono ártico bajo de este año ocurre aproximadamente una vez por década. Para la salud general de la capa de ozono, esto es preocupante ya que los niveles de ozono en el Ártico suelen ser altos durante marzo y abril».