Ganó en los Juegos Centroamericanos y del Caribe, los Juegos Iberoamericanos, el Campeonato Mundial bajo techo en Nueva York, los Juegos Panamericanos… ¿En dónde no ganó el guatemalteco Teodoro Palacios Flores?
Más allá de todos sus logros, Teodoro Palacios Flores era y sigue siendo un ejemplo a seguir. Por siempre será recordado como un hombre que a pesar de no haber tenido padres, dinero o educación destacó en el atletismo.
De lustrar zapatos a usarlos
Teodoro Palacios Flores se quedó sin madre a los dos años y su abuela lo cuido hasta que falleció. A los ocho años se fue a vivir con su tía, una madre soltera de cuatro niños que apenas podía alimentarlos.
Tenía tan solo 10 años cuando decidió irse de Livingston, Izabal, a Puerto Barrios, en donde vivía de lustrar zapatos. «Lustraba zapatos, no tenía qué comer… mis amigos me traían comida de sus casas», comentó a Enciclopedia Guatemalteca.
«De niño, mi sueño era ser un gran portero porque yo tenía la pasión de jugar fútbol».
A los 16 años se inscribió como soldado en la base militar de Puerto Barrios, pero su sueño de ser portero siempre permaneció con él. Conoció a un famoso futbolista, quien lo incentivó a mudarse a la Ciudad capital, pero sus planes no salieron como se imaginó.
En la capital conoció a un entrenador estadounidense de atletismo que lo convenció de entrenar con él. Teodoro comenzó a destacar en el país, especialmente en salto alto, pero también en otras áreas del atletismo.
«Teodoro, ¿por qué saltas descalzo?»
Su primera competencia internacional fue en México. Teodoro se dio cuenta que el resto de participantes usaban un estilo más moderno para saltar, estaban bien vestidos y utilizaban unos zapatos especiales.
«Vino un mexicano y me dijo: ‘Teodoro, ¿por qué saltas descalzo?'», dijo Teodoro a Enciclopedia Guatemalteca. «Y yo le dije: ‘Pues yo nunca he saltado con zapatos'». El mexicano le prestó sus zapatos y esa fue la primera vez que utilizó zapatos para saltar.
Así paso de saltar 1.85 metros a 1.95 metros, llevándose la medalla de oro. «Nadie había pasado de 1.90 [metros] en ese entonces», dijo el guatemalteco. Ese día Guatemala obtuvo su primera medalla de oro en una competencia internacional.
Despidiendo a un ícono
Teodoro Palacios Flores por siempre será recordado como un excelente deportista guatemalteco de la época de los 60s y 70s, cuyo récord en salto alto de 2 metros y 10 centímetros permaneció intocable por más de 50 años, pero más que nada será recordado como un ícono y un ejemplo a seguir.
«Con una lucha, un positivismo y un deseo de superarme, logré tener una licenciatura en educación bilingüe y una maestría», dijo Teodoro a Guatevision. Al retirarse de su carrera deportiva se fue a Estados Unidos en donde terminó la secundaria con más de 30 años de edad y continuó con sus estudios. Además, difundió su historia por el resto de su vida, inspirando y motivando a miles de personas.
«Sí pueden porque yo soy un ejemplo viviente, a pesar que no tenía mamá ni papá ni dinero, pero cuando uno se propone hacerlo, uno puede lograrlo».
