Con información de Mayo Clinic
Los talones agrietados aparecen cuando se seca y engrosa la piel alrededor del borde el talón y la mayor presión sobre la almohadilla adiposa bajo del talón ocasiona grietas en la piel. Para evitarlo, debes humectar con frecuencia. Los humectantes crean un sello sobre la piel que impide tanto que se escape el agua como que la piel se seque.
Intenta untar en los talones un humectante espeso, como el Eucerin o el Cetaphil, varias veces al día. Algunos humectantes contienen sustancias queratolíticas, como la urea, el ácido salicílico y el ácido alfa hidróxido, que ayudan a suavizar y exfoliar la piel; pero, pueden provocar ardor o irritación.
Remoja los pies en agua tibia, sea pura o jabonosa, durante alrededor de 20 minutos puede resultar útil. Después de hacerlo, usa una esponja vegetal y luego cubre los talones con un ungüento a base de vaselina, como Vaseline® o Aquaphor. Considera aplicar un humectante a base de vaselina en los talones antes de acostarse.
Si estas medidas no funcionan, o en caso de que los talones se hincharan o inflamaran, consulta con un médico o un dermatólogo. Es posible que necesite un ungüento recetado con humectantes más fuertes o una crema con esteroides para aliviar la inflamación. Las vendas y las pegas especiales para tejidos corporales pueden proteger y mantener unidos los bordes de las grietas a fin de permitirles sanar.
Algo que te ayudará también será usar zapatos de protección, perder peso también puede servir para aliviar la presión sobre los pies.
Si padeces afecciones de la piel, como psoriaris o eccema, debes consultar al médico, ya que eso puede afectar el tratamiento. Si tienes diabetes, es particularmente importante que cuides bien tus pies porque los talones agrietados pueden derivar en infecciones y ulceraciones.