Desde lo ordinario y común puedes lograr el compromiso de seguir a Cristo
San Josemaría Escrivá de Balaguer es un hombre que desde muy joven sintió el llamado de Dios.
Su familia
Josemaría Esrivá nació el 9 de enero de 1902, hijo de José Escrivá y María Dolores Albás, quienes conformaron una familia fundamentada en la fe y las virtudes cristianas: el amor a la Confesión y a la Comunión frecuente, la oración y la devoción a la Virgen Santísima.
Su vida, en los primero años transcurre como la de cualquier niño, feliz, alegre colmado de cariño y libertad para expresarse. Sin embargo, a una temprana edad mueren sus tres hermanas más pequeñas y su familia cae en una ruina económica.
El surgimiento de la inquietud
Viviendo en Logroño, en el invierno entre 1917-1918, Josemaría ve en el suelo las huellas heladas de unos pies sobre la nieve, eran las pisadas de un religioso carmelita que caminaba descalzo a lo que se pregunta: Si otros hacen tantos sacrificios por Dios y por el prójmo, ¿no voy a ser yo capaz de ofrecer algo?
Comencé a barruntar el Amor, a darme cuenta de que el corazón me pedía algo grande y que fuese amor. Josemaría Escrivá
Orden Sacerdotal
Después de terminado el Bachillerato inicia sus estudios eclesíaticos donde su don de gente, su alegría, su inteligencia, su sencillez y serenidad hacen que sea muy querido entre sus compañeros. Lo nombran Inspector de Seminario y durante ese período acude diariamente a la Basílica del Pilar, para pedir a la Virgen que Dios le muestre qué quiere de él.
Su rezo insesante