Los pies no estén genéticamente diseñados para caminar sobre los tacones y la mayor parte de las veces su uso produce nocivas consecuencias.
Aunque causen dolor, hinchazón, ampollas o rozaduras, miles de mujeres los utilizan.
¿Cómo utilizar tacones sin sufrir graves consecuencias?
A continuación te damos algunos consejos que puedes utilizar para verte glamurosa y al mismo tiempo tener saludables tus pies.
1. Al congelador
- Llena con agua dos bolsas de plástico pequeñas, ponlas dentro de los zapatos y guárdalos en el congelador.
- El tamaño de las bolsas aumentará cuando el agua se solidifique y los zapatos cederán.
- Al ponértelos su forma se irá adaptando a la de tu pie (con el plus del efecto frío para mejorar la circulación).
- Puedes sustituir las bolsas de agua por papel de periódico.
2. Almohadillas y plantillas
- Las plantillas de silicona y almohadillas se colocan en la parte delantera del zapato te ayudan a estar más cómoda y alivian la presión que ejerce en esta zona el peso de nuestro cuerpo.
3. Utiliza plataforma
- Lo mejor para ganar altura y aguantar la altura es optar por modelos con alza en la parte delantera.
4. Utiliza la talla correcta en tacones
- Es fundamental elegir el número adecuado al comprar cualquier tipo de calzado, pero la tarea se hace imprescindible cuando se trata de los modelos de tacón.
- Si el zapato te queda un poco grande, el pie se deslizará hacia delante, provocando presión y dolor sobre los dedos del pie.
- En el caso de las sandalias, es conveniente que lleven algún tipo de sujeción (por ejemplo, pulsera en el tobillo).
9. A prueba de resbalones
- Para evitar que los tacones se deslicen, existen unas calcomanías anti-deslizantes que se colocan en la parte delantera de la suela.
- También se puede recurrir al remedio de la abuela y hacer una serie de cortes en esta zona del zapato con ayuda de unas tijeras o cuchillo.
Lee también: Marca alemana de zapatos crea sandalias con tacones intercambiables