Una entrevista de trabajo es uno de los momentos más importantes de tu vida profesional y la imagen que proyectes en la entrevista de trabajo es una herramienta muy importante que puede y debe ayudarte a transmitir un mensaje de profesionalidad, credibilidad y de preparación para el puesto al que te presentas.
Escoge prendas que te hagan sentir cómoda
Lo primero que debes tener en cuenta al momento de escoger la ropa para la entrevista, es tratar de vestirte de acuerdo a tu personalidad y tu estilo personal. Es decir, no tiene sentido si eres de las personas que odias los trajes de saco o los vestidos y ese día decides ponerte alguna de estas prendas. La forma en que te vistes comunica mucho más de lo que piensas y se notará a simple vista si te sientes incómoda.
Adáptate a la empresa
Si has investigado previamente sobre la empresa y el código de vestuario que tienen, al momento de ir a la entrevista adáptate a ello, obviamente sin dejar de perder tu estilo. Si no te has tomado el tiempo para investigar sobre la empresa, lo más recomendable es que lo hagas.
Olvida los escotes o mostrar de más
Evita prendas como playeras, sandalias bajas, short cortos o faldas cortas. Lo recomendable es usar pantalón, camisas con poco escote, vestidos a la rodilla, blusas modernas pero elegantes y zapatos cerrados.
Transmite quién eres con colores
Los colores que mejor funcionan en una entrevista de trabajo son los neutros: azul marino, el gris, el marrón. El negro también se recomienda pero nunca vestir completamente de negro.
No olvides los complementos
Debes ser cuidadosa con la elección de accesorios, ya que son con los que le darás tu toque personal al outfit. Los accesorios son los que más hablan de ti. Pero a la vez es recomendable elegirlos bien, que sean discretos pero con estilo, evitando recargarse con demasiada joyería que distraiga al entrevistador.
