En una ruptura amorosa muchas cosas pasan dentro de ti, no solo emocionales sino también cerebrales. Los diferentes sistemas neuronales entran en conflicto y es como si te estuvieses enamorando de nuevo pero a la inversa. ¿Qué significa esto?
¡Sigue leyendo y descúbrelo!
No importa si la relación duró 6 meses, 4 años, 1 mes o más, una ruptura amorosa devuelve a tu cerebro a la etapa inicial de la relación, esa en la que la relación parece una obsesión. Todo te recuerda a la persona, los olores, la música, los lugares, entre otras cosas.
Todo esto lleva a que se genere una actividad específica de neuronas dentro del núcleo caudado y el área tegmental ventral del cerebro. Las mismas que se iluminan cuando se realiza una resonancia magnética a una persona que está enamorada de otra.
Curiosamente estas partes del cerebro también son las mismas que responden a los efectos de la cocaína y la nicotina.
Estas neuronas que se activan también liberan grandes flujos del neurotransmisor conocido como dopamina, la cual activa circuitos dentro del cerebro que crean un deseo obsesivo.
Ese deseo te motiva y anima a probar cosas nuevas que te ayudan a obtener eso que necesitas. En el caso de tu relación, a tu ex pareja. Es por eso que las llamadas a tu ex o cualquier otra cosa que llame su atención son muy comunes luego de la ruptura.
Dato curioso: «El dolor es real». Al momento de una ruptura tu estómago se revuelve, tu pecho se siente apretado, te sientes desesperado e incluso puedes llegar a sentir estrés o dolor físico.