Sin importar la forma o la cebolla que cortes, basta con que el cuchillo entre en contacto con esta para que las lágrimas caigan.
¿Pero por qué sucede? La razón no tiene absolutamente nada que ver con sentimientos, sino reacciones químicas.
La cebolla es una planta y como tal está compuesta por células vegetales. Estas células contienen en su interior una sustancia llamada trans-(+)-S-(1-propenil)-L-cisteína sulfóxido la cual es la principal culpable del llanto.
Al desgarrar estas células con el cuchillo este compuesto sale de su lugar y entra en contacto con la alinasa, una enzima que también está presente en la cebolla y que interviene en la reacción de 3 compuestos: piruvato, amoniaco y el gas Syn-propaniotal-S-óxido. Este último gas, es el culpable de casi todo, ya que al alcanzar los ojos, reacciona con el agua presente dando lugar a que el ácido sulfúrico provoque irritación.
¿Cómo evitar las lágrimas al cortar cebolla?
Corta la cebolla lo más alejado posible de la cara o hazlo bajo un chorro de agua para que los gases no alcancen al ojo.
También puedes colocar un vaso de agua cercano para que los gases se trasladen a este y no causen irritación en tus ojos.