¿Eres de las personas que se enoja fácilmente por cualquier cosa? Esto puede traer graves consecuencias para la salud.
Según la Organización Panamericana de la Salud (OMS) y otras investigaciones enojarte con frecuencia en tu vida diaria puede afectarte de la siguiente manera:
Incrementa tu peso y te hace envejecer más rápido
Cuando te enojas el organismo produce adrenalina y cortisol, hormonas que hacen que subas de peso. Estar de mal humor genera ansiedad y te hace consumir comida chatarra difícil de digerir. En cambio cuando estás de buen humor, el organismo repara tu cuerpo y te rejuvenece.
Afecta tu corazón
El cuerpo reacciona de forma agresiva cuando te enojas. Esto puede causar problemas serios en la salud, como el aumento de la presión sanguínea, ya que el corazón bombea sangre con mayor rapidez y la envía a los músculos de las piernas y los brazos, por si se debe correr o defenderse. Además, también se crean plaquetas y empieza a funcionar el sistema inmunológico por si hay alguna herida en el cuerpo.
Dolores musculares
Al liberar adrenalina, puedes llegar a sentir dolores o contracturas en los músculos así como dolor de cabeza. Los hombros, la nuca y la espalda son los que salen más perjudicados por el peso de la tensión.
Gastritis
Esta es una de las consecuencias más frecuentes del enojo. Luego de un episodio de molestia puedes experimentar síntomas como el reflujo, ardor y sensación de fuego en la boca del estómago. La acidez estomacal generada podría llevarte a padecer gastritis o úlceras en el estómago.