Los deseos de los hombres y mujeres no siempre van al mismo ritmo. Y cuando se trata de una relación de pareja, si no existe deseo, se corre el riesgo de que la chispa se apague.
El deseo es el motor de la sexualidad y existen diferentes factores físicos y psicológicos al mismo tiempo que entran en juego para alcanzar el deseo sexual como: el estilo de vida, la educación, los sentimientos y otros.
Las hormonas también influyen en este aspecto, la hormona del deseo es la testosterona, tanto en el hombre como en la mujer. Esta se produce en los ovarios de las mujeres y testículos y glándulas suprarrenales de los hombres.
Las fluctuaciones hormonales, sobre todo durante el ciclo menstrual influencian la intensidad del deseo femenino.
Factores psicológicos
La educación, la cultura, las cuestiones sociales heredadas y otros siguen ejerciendo una influencia importante. Sobre todo en las mujeres que experimentan menos deseo que los hombres.
El deseo masculino por otra parte, tiende a ser impulsivo, entre más cercanos se encuentren con su pareja más intenso es su libido. Este es provocado del interior y el de las mujeres se da a causa de las ganas y la excitación de su pareja, por un entorno favorable y una situación relax propicia a las relaciones sexuales.
Edad y deseo sexual
En el hombre, el deseo sexual aparece en la pubertad y se desarrolla hasta los 50 años, cuando algunos sienten la andropausia y desciende la libido.
El deseo de la mujer despierta más tarde, aumenta con el tiempo y sobre todo la experiencia. La madurez sexual se presenta a los 35 años. Con la menopausia se disminuyen los niveles de estrógeno por lo que los ovarios generan menos testosterona. Pero como los factores psicológicos también influyen, el deseo no siempre disminuye. Es más, las mujeres a los 35 años le dan más importancia a su vida sexual.
El momento con mayor deseo
La tasa de testosterona de los hombres aumenta un 30% por la mañana. Al contrario, las mujeres necesitan sentirse relajadas y sin preocupaciones para tener ganas. El momento más común suele ser en las noches. Para los hombres en el verano y para las mujeres en primavera.