La llegada de un bebé representa un gran cambio para la vida en pareja. En las primeras semanas, esta asume un rol familiar y las prioridades cambian. El bebe necesita todas las atenciones las 24 horas al día, los 7 días a la semana y este cambio puede generar un distanciamiento de la relación.
A continuación te explicaremos cómo cambian las relaciones de pareja cuando se tiene un hijo:
Lo que siente el padre
El padre se podría sentirse desplazado, ya que la madre dedicará todo su tiempo al cuidado del bebé y este no recibirá la atención de su pareja como antes. Por lo tanto, el apoyo de la pareja es esencial. Realizar las actividades cotidianas en compañía es una de las mejores formas para fortalecer el vínculo emocional, así como mantener una buena comunicación y organización en la casa.
El padre deberá regresar a sus responsabilidades laborales pero están no acabaran al estar de regreso a casa. Esto hace que el nivel de estrés aumente y las discusiones por cansancio. Para enfrentar este reto se recomienda tener una buena organización, reparto de tareas y mucho sentido del humor.
Lo que siente la madre:
La madre se sentirá cansada, debido a la última etapa del embarazo que suele ser agotadora. Además, adaptarse a la situación y a las nuevas experiencias de la lactancia materna, los cambios de pañal, los baños y más, contribuirá a empeorar las cosas.
Esta situación, si no es manejada adecuadamente, podría provocar un distanciamiento entre ambos. Muchas mujeres se sienten abrumadas, ya que en ellas recaen la mayoría de responsabilidades del cuidado del bebé. Por lo tanto, durante esta etapa es importante que a la madre se le brinde apoyo, comprensión y afecto.
Se trata de una etapa dura, una prueba de fuego para la pareja. Y si bien la llegada de un bebé es motivo de alegría, también será una gran responsabilidad, cambio de rutinas y agotamiento.
El trabajo en equipo, la organización, buena comunicación y paciencia será primordial para mantener una buena relación y armonía en el hogar.