Las pieles tersas, sin poros abiertos y sin acné suelen ser la envidia de cualquier persona. Sin embargo, las células cutáneas afectadas por el acné, poseen una estructura que las hace más fuertes al momento de combatir el envejecimiento.
Los científicos de King’s College de Londres, en Reino Unido y de la Escuela de Medicina de Nueva Jersey, en Estados Unidos lo comprobaron al realizar un estudio con un grupo de 1,205 mujeres gemelas que se ofrecieron como voluntarias.
En la investigación descubrieron que las personas que sufrieron de acné, empiezan el proceso de envejecimiento de la piel más tarde que aquellos que no la padecieron.
El equipo de investigadores identificaron a aquellas mujeres que tuvieron acné en algún momento de sus vidas, siendo el 25% afectadas por el trastorno.
A pesar que el estudio fue realizado únicamente con mujeres, los científicos británicos y estadounidenses afirman que las conclusiones también pueden aplicarse a los hombres, aunque advierten que hacen falta más investigaciones.