Todas las personas presentan por lo menos un lunar en el cuerpo. Pero no todas estas manchas son benignas para la salud.
Los lunares pueden presentarse de varias formas, colores y tamaños. Los tonos más comunes son en escalas marrones.
Existen dos tipos de lunares:
- Lunares congénitos son aquellos con los que traemos de nacimiento.
- Lunares que se adquieren con el tiempo por causas distintas.
La mayoría de lunares son catalogados como benignos, pero cuando se desarrollan de una forma atípica, da lugar a los melanomas malignos o cáncer de la piel.
Si usted tiene algún lunar con estas características, se recomienda que acuda a un médico:
- Lunar con bordes irregulares
- Con más de un color en su interior
- Un tamaño mayor a 6 centímetros de diámetro
- Causa picazón
Los lunares benignos se pueden confundir con malignos en muchos casos, es por eso que debemos tener en cuenta la forma, color, bordes y diámetro para identificar si debemos acudir a al especialista.
Es recomendable tomarse unos minutos del día para revisar nuestro cuerpo, ponerle atención a nuestros lunares y observarlos detalladamente para poder identificar alguna anomalía en ellos.
Si identifica algún lunar con un aspecto diferente, acuda al especialista para evitar enfermedades graves.