La leche es una muy buena fuente de vitaminas, energía y sobre todo de calcio, con el que conseguirás tener huesos fuertes y evitar la osteoporosis. Gracias a su gran variedad de nutrientes, su consumo es especialmente beneficioso durante el embarazo y lactancia para el desarrollo del bebé y en la etapa de crecimiento del niño. Para un adulto se recomienda dos vasos al día. Sin embargo, la leche entera aporta alrededor de 66 calorías por cada 100 miligramos, por lo que es recomendable siempre consumir leche descremada o semidescremada.
Por estos y más beneficios que descubrirás a continuación es importante incluir la leche en tu dieta diaria.
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Es una grandiosa fuente de energía
La leche contiene lactosa la cual funciona como un hidrato de carbono que genera energía para el cuerpo. Esto es beneficioso en la absorción intestinal de calcio y magnesio. Además, actúa como prebiótico contribuyendo al crecimiento de microorganismos beneficiosos.
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Fortalece los huesos del cuerpo
La leche te ayudará a prevenir enfermedades como la osteoporosis, la cual se caracteriza por la descalcificación de los huesos. Y esta, gracias a su contenido en vitamina D y calcio te ayudará a mantener los huesos fuertes y dientes sanos.
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Aumenta la masa muscular
La leche aporta carbohidratos a través de la lactosa y proteínas de buena calidad, por eso tomar leche después de un ejercicio intenso aporta los nutrientes necesarios para la regeneración muscular y desarrollo de la masa muscular.
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Previene la presión arterial
Los ácidos grasos omega-3 que contiene la leche son beneficiosos para la salud cardiovascular, en especial para disminuir la presión arterial.
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Ayuda a combatir el colesterol malo
De los ácidos grasos que contiene la leche, alrededor de una tercera parte está compuesta por ácido oleico. Estos ayudan a reducir los triglicéridos y el colesterol malo.