¿Te pasa que colocas la alarma y te despiertas pero sigues posponiéndola por cortos períodos de tiempo una y otra vez? Esto es muy frecuente en la mayoría de personas, pero un hábito que debes dejar de inmediato.
¿Por qué?, ¿es perjudicial posponer la alarma de esta manera?
¡Sigue leyendo y lo descubrirás!
¿Qué sucede cuando pospones la alarma una y otra vez?
Cuando detienes la alarma y vuelves a dormir tu cerebro comienza de nuevo su ciclo de sueño.
Y cuando despiertas, varios minutos más tarde, es probable que te sientas más cansado que cuando lo hiciste la primera vez.
Al momento de despertar tu temperatura corporal aumenta, el sueño se vuelve más ligero y se liberan algunas hormonas que proporcionan energía para empezar el día.
Es por eso que al colocar varias alarmas cortas para despertar, es probable que haya una falta de sueño detrás de esto. A nadie le debe costar despertarse si duerme 8 horas seguidas todos los días. Sólo les sucede a los que duermen menos de las horas necesarias.
Esa falta de sueño afecta en el rendimiento diario y se manifiesta como cansancio o somnolencia durante el día, así como falta de energía y capacidad para mantener la atención.
Si tu eres de las personas que no solo la prolongas una vez sino dos o más veces debes saber que esto te sumerge en una etapa más profunda del sueño y que de esta manera haces que no se activen por completo los mecanismos de vigilia y esa somnolencia o aturdimiento se prolongue. Cuanto más se rompe el sueño, peor es la calidad de descanso. Por lo tanto, lo mejor es dormir las horas necesarias. Es decir, 8 cada día. Todos los días de la semana. De lo contrario seguirás todos los días amaneciendo cansado y sin energía para cumplir tus actividades diarias.
