Cuando te gusta una persona, ni sus ojos, sonrisa, inteligencia o forma de hablar son las cosas que te gustan realmente, se trata de un proceso más complejo que ni siquiera puedes notar conscientemente.
El amor y la atracción sexual surgen gracias al antígeno leucocitario humano, (HLA), una sustancia que desencadena la formación de anticuerpos y que causa una reacción inmunitaria. En otras palabras tu sistema inmunológico es el causante de que te guste alguien en específico.
Un estudio publicado en la revista Nature, reveló que la atracción hacia otra persona se debe a que el cuerpo busca un antígeno leucocitario humano muy distinto para poder traer al mundo hijos sanos y felices. Y no sólo eso, el HLA también hace que se tenga mayor satisfacción sexual con la pareja.
La forma en que el cuerpo detecta ese HLA opuesto, es por medio de la nariz, que mediante las neuronas olfativas es capaz de identificar a las personas que encajan con el sistema inmunológico.
Con este estudio finalmente se pueden establecer 3 cosas: el amor entra por la nariz, el responsable de las relaciones amorosas es el sistema inmunológico y los opuestos sí se atraen.