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Mientras muchas naciones preparan estrategias para mitigar el efecto de del COVID-19 en sus economías, Portugal busca un futuro más «verde». Entre sus planes se encuentra la construcción de una planta de hidrógeno y otros proyectos de energía renovable.
El coronavirus ha influenciado al país a impulsar este proyecto debido al impacto positivo que hemos visto en el medio ambiente durante los últimos meses. La idea es cambiar la forma en la que se genera energía para proteger el medio ambiente.
Según la agencia de noticias Reuters, la construcción de la planta de hidrógeno «verde» se construirá cerca del puerto de Sines dentro de un año y podrá atraer hasta 5 mil millones de euros en inversión privada.
La planta generará una fuente de energía más limpia que los combustibles fósiles, un proceso que usa electricidad para dividir el agua.
«La economía no puede crecer en la línea del pasado y nuestra visión posterior al coronavirus es crear riqueza a partir de proyectos que reducen las emisiones de carbono y promueven la transición energética y la movilidad sostenible», dijo el ministro de Medio Ambiente portugués, Joao Matos Fernandes.
El gobierno holandés y empresas como EDP-Energias de Portugal ( EDP.LS ) y el grupo petrolero Galp Energia ( GALP.LS ) ya han expresado interés en el proyecto.
